Entonces llegaste vos, con tus aires de señor, y sin perdirme permiso me robaste el corazon. Sin invadirme con tu nombre me tocaste y ya sabia que en tus redes yo caia. No te importa que me muera de dolor, que te mire y que sienta que hoy sos el hombre de mi vida. No te importa y ya no lo niegues mas.